Vivimos en un mundo que nos mantiene de manera constante en el modo de lucha o huida (stress) y un creciente número de investigaciones sugiere que nuestro estilo de vida en alerta continua supone un serio problema para nuestra salud.

También sabemos que los niños observan con detenimiento su entorno y almacenan los conocimientos que les ofrecen sus padres en la memoria subconsciente. Como resultado, el comportamiento y las creencias de sus padres se convierten en las suyas. Una vez que la información se almacena en el subconsciente, controla nuestra biología durante el resto de nuestra vida... a menos que descubramos una forma de volver a programarla.

Estas son unas de las múltiples causas de la gran galería de trastornos psico-energéticos y
somato-energéticos que nos pueden llevar a desequilibrios de nuestra salud. Los síntomas pueden dar la cara en cualquiera de los niveles, en el estructural en forma de dolores, tensiones musculares, articulares…etc; en el químico con debilidad inmunitaria, tensiones digestivas, con todo lo que ello genera; y en el plano emocional en forma de desgana, apatía, depresiones, y un largo etc, que todos conocemos.

La Kinesiología aplicada al campo somato-energético (emocional), nos permite acceder esas causas, orígenes que han marcado el paso en nuestras vidas, que nos han deformado y bloqueado emocionalmente.

Con técnicas científicas y sencillas, tenemos la posibilidad de liberar las capacidades que todos tenemos por Naturaleza para superar las limitaciones que arrastramos desde nuestros orígenes, permitiendo encontrar todo ese potencial innato en el ser humano para recuperar su equilibrio y retomar ese “camino infantil” hacia la Felicidad.